Todos los sábados en la tarde don Alberto Villabona Hernández, baja hasta la carretera los productos que cultiva en su finca y los deja organizados para que el domingo a las cuatro de la mañana cuando pase el camión, los transporte hasta los “mercadillos campesinos” de Bucaramanga. Vive en la vereda Monserrate a 40 minutos de la capital santandereana, saliendo por el norte, y es uno de los productores agrícolas que participan en esta modalidad de mercados
Don Alberto llega a las 5 de la mañana a la Plazoleta de Neomundo, allí instala sus productos y los que le dan algunos de sus vecinos para que les ayude a comercializar; a las 6 de la mañana comienzan a llegar los ciudadanos que quieren comprar frutas y verduras frescas, así inicia la jornada del domingo que irá hasta la una de la tarde, sin embargo a veces cuando se vede rápido termina más temprano.
“Hoy traje: naranja, limón, tomate, pimentón, frijol, arveja, habichuela, aguacate, plátano, yuca y apio; algunos vecinos de la vereda me piden el favor que les ayude a vender sus productos, entonces los traigo y les llevo la plata, en otras ocasiones me encargan cosas que no hay en la vereda, entonces voy a la plaza central o los almacenes de abarrotes y les llevó lo que me encargan”, explica el señor Villabona Hernández.
Este orgulloso habitante de la Vereda Monserrate de Bucaramanga, asegura que trabajar en los mercadillos campesinos ha sido una oportunidad para reactivar la economía del campo y poder mantener a sus familias en el marco de la pandemia por Covid – 19.
Elaborado por Carlos Alberto Bermúdez.