El Teatro Santander abrió nuevamente sus puertas para que los bumangueses y visitantes disfruten de una pisca de historia y cultura. Así se siente conocer este recinto de la cultura santandereana a través de una visita guiada.
Por: Yeider Espinoza
Sobre la Calle 33 No. 18 – 60, se encuentra este ícono de la cultura y el arte santandereano. Ubicado por más de 87 años en la esquina del parque Centenario junto al Centro Cultural del Oriente, el Teatro Santander le sonríe todos los días a los ciudadanos que transitan por las calles del Centro de Bucaramanga.
La magnífica estructura del Teatro sigue su canon original, plasmado por el arquitecto francés George Carpentier. El estilo blanco, detallado y simétrico de la fachada se basa en una vanguardia arquitectónica alemana de mitad de siglo XX, el Bau haus o Art Deco. Al ingresar a la recepción, se evidencia un contraste entre la elegancia del lugar y unas viejas y grandes columnas de ladrillo las cuales conformaban la entrada del antiguo Teatro de 1932.
Ahora, el remodelado escenario recibe a sus visitantes con un ambiente selecto, a los costados de la recepción dos escaleras suben en espiral a los pisos superiores. En medio, una placa en honor a los fundadores, el suelo de loza negra brillante hace parecer que se estuviera caminado sobre un espejo tintado.
En el inició de la visita, el cielo habla y la voz del francés George Carpentier guía la primera fase de la visita. Con un poco de historia se contextualiza de la importación del teatro para la cultura de Bucaramanga. En 2008 fue declarado como Bien de Interés Cultural de Carácter Municipal. El recorrido continúa hasta los pasillos que conectan con las bambalinas y la caja del escenario. Es ahí donde todo se oscurece y con el frio del ambiente, parecen armonizar una espeluznante escena en la que el fantasma de Carpentier vuelve a hacer una intervención.
En la caja, es donde se produce la magia del Teatro. En esta parte la logística se encarga de organizar los objetos que decoraran el escenario, además, es donde se dirigen los efectos especiales y de sonido que hacen más realista la presentación. Esta zona es de mucha altura, con perfiles metálicos y una parrilla metálica, que soporta los telones, los elementos de iluminación y de decorado. Desde allí, los actores entran en escena o salen por la boca de escena.
En la sala el ambiente es otro, el guía se ubica sobre el foso de orquesta y detalladamente cuenta la historia del telón que cubre la boca de escena, es el sello característico del Teatro, el cual define en su magna expresión a Santander. Inspirado por Martínez Garnica y plasmado en el lienzo por la artista Beatriz González, esta gigantesca pintura del Cañon del Chicamocha se deja caer para cubrir al escenario de 9 metros de alto por 13 de ancho.
La magia del teatro no solo se encuentra dentro de sus instalaciones, antes de terminar el recorrido se permite que los visitantes se asomen al balcón. Una imagen panorámica del paisaje urbano del Centro de Bucaramanga es la muestra viva de la historia misma del Teatro. Sus muros han visto pasar por 87 años, el desarrollo de la ciudad y la transformación cultural de la capital santandereana.
Terminado el recorrido se puede disfrutar de una taza de café, una botella de agua o un aperitivo en la cafetería que queda a la derecha de la recepción, mientras, se dialoga sobre lo real maravilloso de las visitas guiadas al Teatro Santander.
Las visitas guiadas son un servicio del Teatro Santander que sea realiza todos los sábados en funciones de 11 a.m. y 3 p.m. por un valor de 5.000 pesos.