“Quiero darle las gracias a los que nos apoyaron para realizar en Bucaramanga la proyección, y a mi pareja la persona que creyó en mí, cuando estábamos confinados en la ciudad de Cali, yo recuerdo el mes de febrero del 2020 me notificaron que mi papá tenía cáncer en la lengua, empezamos a pensar cómo lo íbamos a sacar de Venezuela con esa crisis sanitaria que estaba pasando el país, durante estos últimos 25 años, además de las crisis económica, política, social, etc, El 7 de marzo cerró Nicolás Maduro la frontera y el 19 de marzo la cerró también Iván Duque, en ese momento sentí que el mundo se me venía encima, entré en depresión y pensé que era el peor hijo del mundo, mi papá se quedó en Venezuela, no lo pude sacar a tiempo, Dios no me lo va a perdonar, todos esos pensamientos inundaron mi cabeza y acto seguido me voy a un túnel depresivo, estuve tirado en la cama 11 días, pero un día me levanté y dije, hay que apretarse los pantalones y hay que ayudar el viejo desde acá, junto a Wanda, mi pareja trazamos un plan que era que él recibiera todas las atenciones necesarias en Venezuela a pesar de los costoso de la enfermedad, un día comiendo con ella unos camarones al ajillo, de pronto le dije: vamos a hacer una película, y me dijo: lo que tu digas mi amor vamos a hacer la película. La idea de la película era generar una distracción para mi papá, que en lugar de estar pensando en el calvario de ser paciente oncológico en Venezuela, se distrajera hablando a través del WhatsApp sobre la película, los protagonistas, dónde la íbamos a rodar, cómo se iba a llamar etc, mi papá lamentablemente perdió la batalla contra la enfermedad el 14 de diciembre del 2020 y en abril del 2021 tomamos la decisión de materializar a cinta, en ese momento tenía dos camino, primero: guardar y atesorar el guion en mi biblioteca y cuando estuviese triste sacarlo y recordar a mi viejo, segundo: honrar la memoria de mi viejo, materializando HIJOS DE LA REVOLUCIÓN, al tiempo contar la historia de lo que hemos vivido 30 millones de venezolanos quienes nos sentimos identificados con esta historia, ya sea desde dentro del gobierno o en la oposición, el día de hoy son 8 millones de venezolanos que hemos dejado nuestro país buscando cristalizar los sueños para ayudar a nuestras familias. Colombia tiene aproximadamente 2.5 millones de venezolanos que han llegado, un porcentaje pequeño de ellos, han hecho las cosas indebidas y han delinquido. Estoy feliz porque este es mi sueño, que se hizo realidad y agradezco a todo mi equipo de trabajo y a todos los bumangueses que están hoy acá acompañándome”
Así fue el mensaje emotivo de Amaury Mogollón, productor de Hijos de la Revolución, que se estrenó en única función en el Teatro Santander de Bucaramanga el jueves 20 de junio a las 7:00 p.m., a pesar de ser noche futbolera y de concierto de Ana Gabriel, el teatro se llenó con los bumangueses que querían disfrutar de este largometraje venezolano. Esta fue una función promocional a nivel internacional, se inició el 20 de junio en Bucaramanga, 21 de junio en Medellín, 22 de junio en Cúcuta, luego se van para España, Estados Unidos, Miami, Austin, Dallas, Orlando, Canadá, México y el cono sur, Uruguay, Argentina y Brasil. Se busca llevar la película a las salas de cine y a las plataformas de streaming.
A la convocatoria se presentaron 50 personas para darle vida a los protagonistas de la cinta, Tomás y Laura, dos jóvenes venezolanos de clase media junto a sus familias vivieron y narraron la cruda realidad de nuestro país hermano, fueron 45 personas en el elenco y al casting aspiraron 300 personas.
Amaury como productor cumplió un sueño junto a su pareja que es la productora ejecutiva, quien le puso orden a las finanzas, esta película se rodó con fondos propios, el costo fue cerca de mil millones de pesos.
En diferentes países de Latinoamérica se hizo la proyección de la película, en los festivales de cine, logrando 13 laureles, uno de ellos fue en el Festival de Cine Latino en Chicago. En 2022 participaron en el mercado de cine de Cannes.
“Estamos buscando sensibilizar a la comunidad colombiana, mexicana, americana europea, entre otras, para que ellos entiendan que los venezolanos somos buenos, los malos son pocos, y los que salimos a luchar por nuestras familias, por los sueños, a llevar el pan a la mesa son venezolanos de bien”. Añadió Mogollón.
Esta película es una historia de amor, donde se conoce de primera mano la realidad que se ha vivido en Venezuela durante los últimos 25 años y es un mensaje para que los colombianos eviten cometer los errores que cometieron los venezolanos en 1998 cuando eligieron la opción que tiene al país en el estado en que se encuentra.
MARÍA EUGENIA MEJÍA
Periodista La Cultural 100.7 F.M.