El primer caso se reportó en el municipio de Rionegro, en donde una joven de 21 años de nacionalidad venezolana resultó quemada cuando intentó prender un volador en medio de un paseo del que disfrutaba.
El segundo quemado con pólvora es un hombre de 34 años, quien resultó lesionado cuando iba a prenderle fuego a un volcán en Charalá.
Precisamente los dos municipios en donde se registraron estos dos casos, no acataron el llamado que hizo la gobernación de Santander, sobre la prohibición de la pólvora.
En medio de lo lamentable, afortunadamente no son niños o adolescentes quienes resultaron quemados. Seguimos haciendo el llamado a todos los santandereanos a que evitemos la manipulación de pólvora y a las autoridades competentes de cada municipio a emitir el decreto de prohibición. Rionegro y Charalá reglamentaron la venta de pólvora, pero no la prohibieron, allí empezamos a ver las consecuencias de la decisión”, señaló Luis Alejandro Rivero, secretario de Salud de Santander.
Los hospitales del departamento se encuentran en alerta amarilla y así lo estarán durante el mes de diciembre, para atender de manera oportuna a las personas que resulten quemadas con pólvora.