Nadia Méndez es una joven que, por una crítica situación económica y por el afán de responder a obligaciones en su hogar, aceptó un crédito de dinero que le ofrecieron a través de una aplicación móvil, la cual conoció en videos de las redes sociales.
Todo parecía ser muy sencillo, cuenta que acudió a esa opción financiera por la agilidad: “Yo llené un formulario, pero no creía que me lo fueran a aprobar porque como estoy reportada en Data Crédito, pero ellos sí me aprobaron de una vez”. Lo que ignoraba era que al momento de aceptar las condiciones, les estaba dando acceso a sus datos personales que guarda en su celular como, es decir de sus fotos y contactos.
Según la denunciante, en los acuerdos aparecía que el primer cobro sería tres meses después de que le transfirieran el dinero, pero los problemas comenzaron cuando se comprometieron a realizar un préstamo de $ 2.000.000 y solo le transfirieron $ 1.600.000, y para completar, una semana del desembolso iniciaron los cobros con intereses.
Méndez debía consignar cada semana un valor de entre $ 300 a $ 400 mil para evitar amenazas a través del WhatsApp. “Si yo no pagaba el día que ellos me cobraban, comenzaban a amenazarme, a decirme que iban a escribirle a mis contactos para cobrarles a ellos o me decían que me iban a buscar hasta mi casa o lugar de trabajo”. Tal como se lee en las siguiente imagen.
Este infierno, como Nadia lo ha querido llamar, inició en marzo de este año y siente que le ha robado no sólo dinero, porque ha pagado ya más de lo que le prestaron, sino también la tranquilidad. Pues en su caso tuvo que cambiar de domicilio por temor e incluso, conoce casos de personas que han estado al borde del suicidio.
Aunque denunció el caso ante las autoridades, el proceso fue archivado dado que aceptó condiciones, que ella no tuvo en cuenta al momento de aceptar el préstamo.
Lo más grave es que no es la única víctima de este acoso financiero, ella hace parte de un grupo en WhatsApp en el que 150 personas más viven la misma situación, en diferentes ciudades del país. Se han unido para hacer públicos sus casos evitar que otros caigan y tratar de encontrar una solución.
