Crónica de Felipe Zarruk – Periodista de La Cultural 100.7 F.M.
Es mi deseo iniciar esta columna con la primera estrofa del poema Octubre escrito por el ganador del Premio Nobel de Literatura, el español Juan Ramón Jiménez:
Estaba echado yo en la tierra, enfrente
el infinito campo de Castilla,
que el otoño envolvía en la amarilla
dulzura de su claro sol poniente.
Terminó la Feria Bonita y de qué manera; fue un carnaval de colorido con sus carrozas mostrando los Pico de Oro, festivales gastronómicos aplacando el apetito de los bumangueses y de los visitantes que se dieron cita en una ciudad que vistió sus mejores galas para celebrar con lujo de detalles una serie de eventos programados para divertir y recrear a los habitantes de nuestra región.
Hubo música para todos los gustos; el tiple se tomó los escenarios tales como la icónica Concha Acústica y el Teatro Santander, en los cuales los concursantes de emplearon a fondo para impresionar a tres maestros y grandes campeones de este instrumento musical, como Pedro Nel Martínez entre otros. El puente de La Novena cerró sus carriles para templar las cuerdas del tiple que puso a vibrar de emoción a todo un Pueblito Viejo. El Concierto Góspel y el Megaconcierto, llenaron durante dos días consecutivos el estadio Américo Montanini. Parecía que el Atlético Bucaramanga estuviese jugando esos dos días, porque el escenario de la 14 estaba hasta las banderas. Los espectáculos sanos le abrieron un espacio gigantesco a las familias que bailaron, cantaron y disfrutaron sin maicena y sin licor.
Los desfiles de carros y autos antiguos llenaron los corazones de nostalgia, ya que miles de habitantes nacidos hace más de cinco, tal vez seis décadas, observaron vehículos que transitaban por las tranquilas calles de la ’Ciudad de los Parques’, mientras las chicharras cantaban en los árboles ocultando bajo la neblina el atardecer bumangués. La feria se trasladó al corazón del barrio Kennedy, del barrio Dangond, de la cancha ‘El Bueno’, demostrando que la misma no era para unos pocos, ¡era para todos nosotros! Ese fue el deseo del alcalde de la ciudad Jaime Andrés Beltrán. Además, dicho sea de paso, se llevó toda la oferta institucional a los barrios y los bumangueses pudieron disfrutar de productos hechos a mano por miles de artesanos que tejieron con su amor, los colores de una ciudad sonriente y feliz. Durante un mes, Bucaramanga fue una casa con las Salas Abiertas.
Las colonias cerraron con broche de oro una Feria Bonita cargada de buena programación; cabe destacar la excelente y estupenda labor de todos los equipos tanto de la Alcaldía de Bucaramanga, sus secretarías y en especial el Instituto Municipal de Cultura y Turismo que desde su directora, la ingeniera Maylin Tatiana Jaramillo, la Subdirectora de Turismo Laura Patiño, todo el equipo de comunicaciones encabezado por Magdalena Muñoz, los integrantes del equipo periodístico de La Cultural dirigidos por Richard Benavides y sumado al apoyo del personal institucional, la feria brilló con luz propia. Despedimos septiembre con nostalgia, pero llega octubre cargado de muy buenas noticias y energía radiante, tal como la amarilla dulzura del sol poniente descrito de manera magistral en la primera estrofa del poema Octubre de Juan Ramón Jiménez.
Fuerte abrazo y hasta la próxima.