Uno de los escritores colombianos con mayor renombre y popularidad por la amplitud y despliegue de su obra es Mario Mendoza. Este bogotano quien bajo el emblema de “Leer es resistir” ha construido un panorama literario que le ha hecho merecedor de premios como el Seix Barral con la novela Satanás y el Premio Nacional de Literatura con La Travesía del Vidente.
Letras que abarcan también al público infantil-juvenil con un proyecto literario denominado El Mensajero de Agartha: viajes, aventuras y misterios por mágicos lugares de Latinoamérica.
Mendoza ha sido un escritor de un talante reflexivo que ha buscado a través de todas sus novelas socavar en el inframundo de cada espacio y los sentimientos que están escondidos. Lugares convulsos de una Bogotá fría y oscura y de un país que alberga historias complejas que contrastan la multiplicidad de sentimientos de todos aquellos quienes los habitan.
El último de sus proyectos referente a las novelas vio la luz en el 2019 con la publicación de Akelarre. Un cierre a la historia de uno los personajes más emblemáticos de su obra: Frank Molina. Una narración portentosa que se entrelaza en múltiples voces (al mejor estilo de Aura de Carlos Fuentes) y protagonizada por Leticia y sus ancestrales poderes.
Después de Akelarre, Mario Mendoza toma otros derroteros que lo llevan a explorar nuevas vertientes en su arte: el Cómic y la Novela Gráfica.
En esta exploración, el escritor bogotano gestó una alianza con grandes profesionales de las artes gráficas: Keko Olano, Gabriel Pedroza y Heidi Muskus. Un equipo que ha encontrado el camino de la redención para un país con una deuda histórica relacionada con la literatura pos apocalíptica y de anticipación.
Bajo ese eje vertebral, Mendoza, Olano y su grupo de trabajo presentan por estos días su más reciente lanzamiento: Kaópolis. Un cómic que se ambienta en una ciudad llamada Santa Fe, último bastión de un pueblo que ha sobrevivido a los desastres naturales, la violencia, la guerra de clases, la explotación y el olvido de sus dirigentes.
Esta ciudad que nunca más volvió a ver el sol por la densidad de la polución que se alza sobre ella, será el lugar donde Issa (nombre que significa “El mejor de los hijos los hombres” según el Evangelio Tibetano) nacerá y, después de un viaje de aprendizaje a la India, volverá convertido en un maestro y guía para esa sociedad sometida. Una clara y evidente analogía a la historia y vida de Jesús de Nazareth y su lucha como un salvador que orienta sus enseñanzas hacia la paz y la igualdad.
Este maravilloso viaje por Santa Fe y distritos como Naraka o a Nirvana, la ciudad de la clase social prestante y sometedora, es sumergirse en un trabajo impecable en toda la construcción gráfica y las historias de personajes quienes, fieles al estilo de Mendoza, tratan de sobrevivir en un entorno dantesco.
Kaópolis es la primera entrega de una trilogía (Kaópolis, Los Fugitivos y Los Sobrevivientes) que crea un antes y un después en el espectro de la literatura gráfica del país y que llevará a los lectores hacia un mundo que evoca muchas de las desigualdades que salen de las páginas y se instalan en el imaginario y la vivencia cotidiana de una sociedad como la nuestra.
