Por: Felipe Zarruk – Periodista
La crónica que van a leer a continuación no es una película de Hollywood, ni el libreto de una serie sobre la vida de un canino. ¡Es un relato de la vida real! Hace seis años, la familia Chávez encabezada por Jorge Alberto, su esposa Alejandra Romero y su hijo Federico venían desde Piedecuesta con rumbo a Bucaramanga. Al pasar en su vehículo por el puente que comunica a los peatones desde la acera derecha con el Tiger ubicado en la margen izquierda para ingresar a Ruitoque, una camioneta que venía adelante de ellos atropelló a un perrito que atravesaba la calzada antes de llegar a Floridablanca.
El cuadrúpedo salió debajo de la camioneta; Jorge Alberto, más conocido como ‘el pato’ Chávez, la alcanzó a ver, pero no pudo frenar. Es una vía rápida y por la velocidad que llevaba no alcanzó a pisar el freno y el mamífero también fue embestido por el auto de la familia Chávez Romero. ‘Pato’ frenó en seco y se bajó a auxiliar al animal que lucía bastante estropeado. En esos momentos pasaba un ciclista que le había comprado la bicicleta a Jorge, ya que él durante muchos años vendió en sus locales distribuidos en diferentes puntos de la ciudad, velocípedos urbanos, de montaña, de ruta, de Cross BMX y también bicicletas para niños. El ciclista le dijo al ‘pato’ que conocía a un veterinario; lo llamaron y ahí a borde de la autopista atendieron a una perrita quien tenía una fractura en su pata trasera izquierda. La estabilizaron con suero y medicamento para el dolor; la llevaron a un centro veterinario y luego de una semana se la llevaron a casa buscando quien la podía adoptar.
Pero, el cariño y el amor pudo más y viendo que Federico, el hijo de la pareja se había encariñado con la perrita, no tuvieron más opción que adoptarla y de esta manera quedarse con ella, al tiempo que la bautizaron con el nombre de ‘Maraca’. Hace dos semanas la familia residente en Pan de Azúcar, se fue de viaje y dejaron a su mascota bajo el cuidado de una señora, amiga de ellos quien salió a pasear con sus dos mascotas y con ‘Maraca’, la cual se asustó mucho ante el paso de los vehículos y motocicletas en el sector del barrio El Prado, en la carrera 35 a con calle 42 esquina. Ella se soltó del arnés y salió corriendo con rumbo desconocido. La señora que tenía al cuidado a la amorosa mascota de la familia Chávez Romero no la pudo alcanzar y le tuvo que informar a ellos que ‘Maraca’ se había escapado.
El núcleo familiar regresó a la ciudad y se inició así un operativo que incluyó carteles por todo el sector y por la ciudad; también fotos y videos conmovedores de Federico con anuncios en las redes sociales y ofrecimiento de una buena recompensa para quien diera con su paradero. Jorge Alberto, amigo de infancia, nos contactó y faltaba más que no pudiésemos ayudar, teniendo en cuenta que mis tres mascotas, ‘Pulgas’, ‘Nala’ y ‘Canela’ son adoptados. Sobre todo, las dos últimas quienes tienen historias similares a la vida de ‘Maraca’. Se activó un bloque de búsqueda canino, hasta que hace una semana, muy a la media noche, Diana Oviedo, una chica que trabaja en un casino ubicado en la carrera 33 entre las calles 39 y 37 al lado de El Sombrero, vio a la perrita deambulando por el sector. Diana había visto el aviso en las redes sociales, buscó los números de teléfono de la familia en mención y llamó desesperada, despertando a los Chávez Romero. ‘Pato’ le pidió el favor de que le hiciera una video llamada para saber si era o no la perrita que estaba extraviada. Al identificarla, encendió su vehículo, mientras Diana y un cliente la perseguían por más de 20 cuadras a la redonda.
La persecución fue de película; ‘Maraca’ huía despavorida y bajó hasta la 27 con 45, subió por la calle 45, pasó por San Pío y volvió al lugar donde la habían visto por primera vez. Jorge Alberto la llamó, ‘Maraca’ estaba muy asustada y se lanzó a sus brazos no sin antes ser atropellada por un taxi que pasaba a esa hora de la madrugada por la calle 36 con 33. Luego del machucón y el susto, la llevaron a una veterinaria y allí la estabilizaron, la desparasitaron, le quitaron de encima miles de garrapatas, la bañaron y la llevaron al seno de su hogar. Esa madrugada, ‘Pato’ me envió un video que se hizo viral, en donde mostraban a ‘Maraca’ durmiendo y arropada con una cobija de Federico. Las lágrimas de alegría se deslizaron por nuestro rostro, igual que ocurrió con quienes estaban pendientes de la suerte de la cariñosa perrita.
Hace algunos días el alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán nos mostró en un video, el horror cometido contra una perrita a quien una niña de tan solo 14 años le suministraba un poderoso estupefaciente. Algo aterrador y que a la vez muestra la lucha de toda la administración municipal contra los delitos cometidos no solamente con los seres humanos, también con seres vivos tales como las mascotas caseras. Algún día un gran amigo, cercano a mi familia, me dijo: “¿quiere conocer a un ser humano? Mire cómo trata a los animales”. Mi suegro tenía razón. Gracias a Dios existen personas extraordinarias como ‘Pato’, Alejandra, Federico y Diana, porque si no estaríamos contando otra historia. Esta, parece sacada de una película de Hollywood.
