La chicha, bebida ancestral consumida por los indígenas para refrescarse y tener energía para los trabajos del campo, continúa más viva que nunca en el municipio santandereano de Floridablanca. Una de las fábricas más tradicionales del producto es “Chicha El Gran Cacique” creada por Metodio Báez hace más de 30 años.
En 1966 el señor Báez llegó proveniente de Onzaga, Santander, y se radicó en el barrio La Cumbre de Floridablanca, y luego de probar varias actividades, finalmente decidió montar su fabrica de chicha, desde esa época distribuye el producto para diferentes regiones de Colombia.
“En mi fábrica hago chicha de maíz, de corozo, de borojó con chontaduro; pero lo más importante es que se produce con todas las medidas de salubridad y mucho amor”, dijo en La Cultural el artesano, como sus allegados le dicen.
En las ferias de Floridablanca, produce más de 700 litros de chicha, en el festival de colonias 600 y en temporada baja 150 litros, los cuales comercializa en su casa, en un local y envía a donde la hagan pedidos.
“Es muy importante que las personas mantengan vivas estas tradiciones, son parte de nuestra herencia cultural, se aprende y se disfruta”, puntualizó el empresario.