Vigilancia intensificada fue la estrategia que lanzó la secretaría de salud de Bucaramanga, hasta el 15 de enero estarán inspeccionando cada una de las personas que ingresan quemadas a los centros hospitalarios de salud, para verificar si son o no quemados con pólvora.
“Nosotros vamos a estar vigilantes con las instituciones de salud con la red de emergencia atentos a los casos obviamente estamos haciendo un plan de contingencia para cualquier tipo de atención que se llega a prestar”, señaló el secretario de salud de Bucaramanga, Juan José Rey.
En cuanto a los padres que permitan el uso de la pólvora a sus hijos menores de edad y resulten quemados, se verán expuestos a sanciones ejemplarizantes como la de entregar el menor a un defensor de familia.