Un total de 400 frailejones de la especie Espeletia estanislana fueron sembrados por la Alcaldía de Bucaramanga en el Páramo de Santurbán. La actividad se realizó específicamente en un predio del municipio de Tona, Santander, que antiguamente era usado para la explotación agrícola y ganadera.
El objetivo de la actividad fue recuperar dicha zona que actualmente pertenece al Acueducto Metropolitano de Bucaramanga, amb, e impactar de manera positiva el ecosistema que no solo abastece de agua a la capital santandereana, sino a toda su área metropolitana. Por eso, según sus funcionarios, el propósito es seguir desarrollando jornadas de reforestación.
“Hoy estamos en el páramo con el propósito de sembrar vida. Iniciamos con 400 frailejones, pero tenemos en el vivero del acueducto cerca de 4000 especies más. Esperamos plantar más junto a diferentes voluntarios, estudiantes y ciudadanos de Bucaramanga a través de excursiones a este lugar”, aseguró el alcalde de la ciudad, Juan Carlos Cárdenas Rey.
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De acuerdo con la amb, la tarea ahora será cuidar los 400 frailejones y monitorear su crecimiento a través de un equipo especial y las comunidades aledañas, pues lo que se busca es recuperar y mejorar las condiciones del ecosistema que en total posee una extensión aproximada de 142.000 hectáreas.
“Nosotros como acueducto, lo que hacemos es estar pendiente de las áreas de siembra por medio de nuestros guardabosques. Ellos son los encargados de realizar limpieza, fertilización, abonado y riego en el momento que sea necesario“, indicó Javier Alberto Leal, ingeniero forestal de la amb.
Los defensores del páramo.
Uno de esos guardabosques es Raúl Flórez Nabas. Él ha dedicado 33 años de su vida al cuidado y la protección del páramo de Santurbán. Según indica, su trabajo consiste en estar al tanto de 90 hectáreas de tierra y en especial de aquellas áreas en donde los frailejones han sido sembrados.
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“Yo y mis otros dos compañeros venimos todos los días y estamos pendientes de que no ingrese el ganado y que las personas tampoco accedan a los predios a dañar la naturaleza. Antes teníamos varios problemas en la zona, pero ahora las personas son conscientes de que este ecosistema hay que protegerlo“, afirmó Flórez.
Siembran la semilla en los estudiantes.
Pero no solo los frailejones estarán protegidos por este grupo de personas, 5 estudiantes de la sede Ucatá del Colegio Luz de la Esperanza, también estarán al cuidado de las 400 especies. De acuerdo con su docente, Adriana Patricia Tuesta Albarracín, “la idea es venir con los niños cada vez que tengamos la materia de ecología y que ellos aprendan sobre la importancia de esta planta”.
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Cabe decir que dicha actividad hace parte de un plan de acción previo a la Cumbre Mundial de Páramos, que se desarrollará del 21 al 23 de noviembre en el Centro de Convenciones de Neomundo. Los interesados en participar del evento, deben hacer una inscripción previa a través del siguiente formulario:






