A través de una herramienta gráfica y didáctica llamada ‘violentómetro’ cientos de mujeres en Bucaramanga pudieron medir los ciclos de violencia, las señales de alerta, la ruta de atención a víctimas de agresiones y las recomendaciones que entregan al presentarse estos casos.
Es el segundo año consecutivo en el que se utiliza esta especie de medidor que está impreso en unos volantes y que fue el centro de atención en la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, desarrollado ayer en varias ciudades del país.
La estrategia fue implementada por el Instituto de Salud de Bucaramanga, Isabu y la Oficina de Mujer y Equidad de Género de la Alcaldía, para sensibilizar incluso frente a la violación, las amenazas de muerte y las agresiones físicas que pueden llevar al feminicidio, que en este elemento marca el color rojo como señal de máxima alerta.
La psicóloga de la Oficina de la Mujer y la Equidad de Género, Sandra Ruiz, hizo un llamado a las mujeres para que no permitan ser objeto de bromas hirientes, control posesivo, piropos ofensivos, humillaciones, desprecios, encierro o amenazas con objetos o armas, porque seguramente pasarán a niveles más preocupantes.
Ayer se socializaron las iniciativas que adelanta la Alcaldía de Bucaramanga para reducir los actos de violencia contra la mujer y también a las personas que se acercaron se les puso una manilla naranja o se les pintó una uña de ese mismo color como símbolo de su compromiso frente a la no violencia contra la mujer.