Los esfuerzos de toda una vida de estas siete familias de haber logrado obtener su vivienda propia se grietaron en una noche, así fue el caso de Juanita Fernández que una mañana se despertó y su vivienda estaba partida en dos. “Cuando ya me levanté, me levanté fue ladeada porque ya cuando yo me desperté la tierra ya empezó a totear como cuando uno está haciendo crispeta”, relató Juanita Fernández una de las afectadas.
Luis Alberto Jaimes, es doblemente afectado pues en su vivienda en el primer piso tenía instalada una empresa de marroquinería con la que tenía contratada a 14 personas, y justo días antes de iniciar la mejor temporada de año su empresa y su hogar que esta en el segundo piso son un riesgo de habitar. ”Ahora que era en plena temporada donde teníamos más trabajo quedamos sin donde trabajar y ahora para buscar para dónde irse uno así de rápido, es imposible”.
Aunque por ahora solo son 7 viviendas las que han presentado afectaciones, la preocupación es de las más de 300 familias que conforman el barrio Cordoncillos, pues según la comunidad responsabilizan al Acueducto Metropolitano de Bucaramanga de esta situación.
“La preocupación de los vecinos y de todo el barrio, la comunidad en general es el contaste riesgo por la cuestión de las pantallas ancladas y las filtraciones de agua por el acueducto y las posibles fisuras”, señaló Jose Morales, Presidente de la Junta de Acción Comunal de Cordoncillo.
Estas familias pasaron de dormir bajo techo propio a pasar las noches en cambuches instalados en el salón comunal del barrio y sus días cuidando lo poco que les quedó de sus hogares.






