A pesar de que en Bucaramanga están permitidas las ventas informales en el espacio público durante la temporada decembrina, habitantes del barrio Cabecera del Llano en Bucaramanga denuncian que ha aumentado de manera significativa las ventas ambulantes y la informalidad en este sector de la ciudad y que el control por parte de las autoridades ha sido nulo.
De acuerdo con los habitantes de la zona, transitar por el sector se ha vuelto todo un desafío ya que mucho de los venderos ambulantes no garantizan la movilidad de las personas, mantiene los corredores viales cerrados y bloquean las entradas a los establecimientos comerciales formalmente constituidos.
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«Desde antes de diciembre se han visto un aumento en las ventas ambulantes. Diferentes sectores son realmente preocupantes porque se están presentando inconvenientes en la movilidad. Ya no se puede ni caminar por las calles de Cabecera. Muchos dicen que es por la reactivación económica, pero son personas que tiene 5 o 6 puestos en el mismo lugar», indicó Cesar Niño, habitantes del barrio.
Uno de los lugares a donde más se ha presentado esta problemática es el recién remodelado Parque San Pío y sobre la calle 51 y 52. Según señala Niño, en estos dos sectores día a día se sitúan decenas de vendedores ambulantes que generan caos en la zona.
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«El parque San Pío hace poco lo terminaron de transformar y hoy en día está convertido en una feria. Hay ventas de pinchos, carritos sobre el pasto, salterines, raspados y hasta tiro al blanco. Todo eso ha generado la remodelación del lugar, al igual que en la entrada del parqueadero del Éxito, allí también vendedores se apoderaron del lugar», aseguró Niño.
Por esta razón, la comunidad le hace un llamado a la comunidad para que se refuercen los controles en cada una de las zonas en donde más se han consagrado los vendedores ambulantes y que de esta manera se dé cumpliendo al decreto 0193 de 2022 que permite esta práctica.
