Desde el año pasado comenzó labores el proyecto de investigación científico enfocado en la biodiversidad denominado Santander Bio, financiado por el Sistema General de Regalías, administrado por el Departamento Nacional de Planeación, ejecutado por la Gobernación y operado por el Instituto Alexander Von Humboldt y la Universidad Industrial de Santander, UIS.
Es así como en medio de esta apuesta, en la Serranía de los Yariguíes, más exactamente en la vereda La Belleza del municipio El Carmen de Chucurí, los expertos hicieron un nuevo hallazgo científico que aporta a la biodiversidad. Se trata de la especie de Cecilia, un anfibio sin patas llamada comúnmente “culebra ciega” o “lombriz capitana”.
A través de un proceso participativo, los habitantes del sector donde ocurrió el hallazgo – decidieron nombrar la especie como Caecilia pulchraserrana, que significa Caecilia de la Serranía de la Belleza.
A las cecilias se les considera animales raros, entre otras, porque parecen lombrices grandes pero con huesos, motivo por el cual se les incluye en el grupo de vertebrados; son largas y sin patas, por lo que parecen serpientes, aunque no lo son; carecen de escamas y en cambio tienen piel lisa, y húmeda, similar a la de los sapos con los que están emparentadas al igual que con las ranas y las salamandras. Son esquivas y muy poco se les ve o se les conoce.
El animal fue descubierto en un ambiente húmedo y pantanoso donde se reproduce la especie. Después de los análisis del ADN se determinó que la especie es nueva y ascendiendo a 33 el número de especies de cecilias descritas en el país, en las estribaciones de la Cordillera Oriental, 8 de estas exclusivas de Colombia Así la cosas la cifra especies anfibias reportadas en Colombia queda en 837.
Los investigadores del Instituto Humboldt, explicaron que se seleccionó una de las áreas sin explorar más interesantes del departamento y del valle del medio Magdalena que se conserva aún intacta. Allí encontraron una población interesante de cecilias; en total recolectaron 9 en un día, lo que no es común pues estos anfibios raros son difíciles de encontrar.
Cuando revisaron sus características en las colecciones de referencia del Instituto descubrieron que era una especie única, que no genera gran sorpresa en áreas sin exploración científica. Un trabajo que duro cerca de ocho meses.