Las aprehensiones las hizo el Grupo de Protección Ambiental y Ecológica de la Policía Metropolitana en una finca de este municipio.
Los uniformados se incautaron de 1.800 pollos ya sacrificados cuyo peso aproximado es de 4.500 kilos «que no cumplen con las condiciones mínimas higiénico sanitarias para el consumo humano».
Según la información oficial, los desechos de aguas sanguinolentas y residuos sólidos eran arrojados a una red de alcantarillado que tenía la descarga en una fuente hídrica.
En Bucaramanga y Girón también se adelantaron otros operativos de control de manipulación, procesamiento y transporte de carne.
En los barrios Gaitán y Girardot, la Policía se incautó de 478 kilos de carne de caprinos y equinos transportados en vehículos que no cumplen con las condiciones mínimas higiénico-sanitarias para su transporte y conservación.
En Girón, fueron retenidos 1.060 kilos de carne de caballo porque eran transportados en una camioneta sin cumplir las normas expedidas por el Ministerio de Salud
En total, las incautaciones suman 6 toneladas de carne que, según la Policía, no sería apta para el consumo humano y su valor comercial asciende a los 50 millones de pesos.