La fundadora e integrante de la Asociación de Mujeres Campesinas y Artesanas del Cerrito (Asomuarce), Gloria Calderón, dijo que el fallo del Tribunal Superior de Bucaramanga que tumbó la delimitación del páramo del Almorzadero, beneficia a miles de personas que viven en la región y se dedican a las labores agropecuarias.
«Nosotros cultivamos día a día y gestionamos proyectos productivos acá en El Cerrito. La delimitación nos afectaba porque la mayoría de las fincas están por encima de los 2.400 metros y según la decisión del Ministerio de Ambiente no podíamos cultivar en esas zonas», señaló en entrevista en ‘Opina Santander’.
Agregó que en la línea de páramo quedaron todos los cultivos que desarrollan en ese ecosistema. «Entonces qué ibamos a hacer cuando la Ley nos prohibiera sembrar en nuestras fincas, no nos dicen que nos vayamos pero sí nos dicen que no cultivemos. Creo que con este fallo ganamos la batalla las mujeres campesinas», aseguró la líder campesina.
Sostuvo que en la zona viven del cultivo de papa, uchuva, cebolla, ajo y tomate de árbol. Además, dijo que en El Cerrito no poseen ganaderías extensivas. «Tenemos pequeñas fincas de pocas hectáreas y muchos de nosoros tenemos una o dos vacas para la leche de los niños. Llevamos así desde hace 400 años con estas tierras heredadas y el agua sigue corriendo y el páramo no se ha dañado», explicó.
El Ministerio de Ambiente tiene plazo de un año para emitir una nueva delimitación, según lo estipulado por el Tribnal Superior de Bucaramanga. Y una vez se establezca una nueva línea de páramo la actual resolución, la 152 de enero de 2018, perderá vigencia.
De este ecosistema que beneficia a Santander y Norte de Santander hacen parte los municipios de Cerrito, Enciso, Concepción, Carcasí, Málaga, Macaravita, San José de Miranda, Piedecuesta, Guaca, Molagavita, San Miguel, Tona, Santa Bárbara, San Andrés y San José de Miranda, y Labateca, Silos y Chitagá en Norte de Santander.