La danza es una de las representaciones artísticas más fuertes y llamativas en Santander. El bambuco, el torbellino y el pasillo, son los ritmos que más representan el folclore de esta región mediante sus movimientos contemporáneos y modernos. Por eso, destacamos el origen histórico de la danza como representación cultural.
El bambuco
El juego del pañuelo. El auxiliar del coqueteo y la conquista. El hombre sale a cortejar a su pareja mientras la mujer se queda quieta. El hombre hace el paso medido o puntea, poniendo un pie detrás del otro sin grandes desplazamientos. El pañuelo, el zapateo y el cruce, se convierten en los pasos principales de la danza. El paso esencial es el ‘escobillao’.
El origen de esta danza viene de los indígenas, específicamente de la época de la conquista y la colonia en la región andina del país. En Santander tiene la representación de un idilio o un poema de amor.
El torbellino
El zapateo y los giros rápidos. Aves que salen en conquista. La mujer gira rápidamente para aceptar los pasos del hombre y comienza la danza. La mujer da la vuelta y el hombre camina para atrás zapateando.
Este ritmo étnico es originario de los indios mozos que habitaron la zona minera de Boyacá, llegando finalmente a la región andina.
El pasillo
El ritmo de la libertad, un género que expresa la alegría durante el período de la independencia. El baile surge de la síntesis entre el vals colombiano y el torbellino.
Existen dos posturas en la interpretación de vals en pareja tomándose las puntas de los dedos y la otra ‘capuchinada’ donde los bailarines parecen poseídos por la extravagancia.