El Acuerdo de Escazú fue aprobado en la Comisión Segunda del Senado, tras la demora de realizar un mensaje de urgencia por parte del presidente Iván Duque, que permitiera hacer debate de manera prioritaria en el Congreso de la República, luego de reafirmar en el exterior su compromiso con la crisis ambiental.
El debate finalmente se dio, y pasó con seis votos a favor y uno en contra, el primero de cuatro debates para ser ratificado, mostrando así, la buena voluntad política que existe en la firma de Acuerdo.
Sin embargo, solo 12 naciones han firmado el acuerdo, esos países son: Antigua y Barbuda, Argentina, Bolivia, Ecuador, Guyana, México, Nicaragua, Panamá, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía y Uruguay.
El acuerdo contempla en sus puntos más importantes:
- Trabajar en conjunto para poder ofrecer un futuro a las próximas generaciones, como una herramienta para enfrentar la crisis climática actual y lo que implica para el futuro de la América Latina y el Caribe, y el mundo.
- Sienta unas bases regionales en regulación ambiental en materia de manejo de información unificada con países de la región. En el caso de Colombia, se cuenta con leyes generales de acceso a la información, pero hay otros países del Caribe que no las tienen.
- Protección de líderes ambientales, situación que requiere un tratamiento urgente, por segundo año consecutivo Colombia lidera el número de muertes de líderes y lideresas ambientales según la Global Witness, de 227 asesinatos a líderes ambientales en 2020 en el mundo, 65 pasaron en Colombia.
La Cultural 100.7 FM a través del programa Opina Santander, dialogó con expertos en temas ambientales para analizar a profundidad cuáles son los lineamientos del acuerdo de Escazú y sus puntos claves en materia de preservación de los territorios en medio de la crisis climática.
“Esta ratificación de este acuerdo sería maravilloso porque Colombia es un país con una gran riqueza natural pero al mismo tiempo con gran número de empresas multinacionales que explotan los recursos de modo tal que esto dimitiría este conflicto que existe en los territorios y protegería los derechos humanos” dijo Rosa Juliana Herrera, activista ambiental de Santander.
Para el abogado Juan Camilo Sarmiento consultor y profesor en derecho y política ambiental considera que el Acuerdo de Escazú no es la solución a la problemática ambiental del país. “El acuerdo de Escazú viene siendo muy retrogrado para las exigencias ambientales que tenemos actualmente sobre todo en países de la región con la declaración de los derechos a la naturaleza que tienen una serie de medidas y participación para los seres humanos, incluye elementos que se vienen discutiendo ya. Trae elementos que vienen dispersos en el ordenamiento jurídico en Colombia como lo es el acceso a la justicia y la protección a los líderes” dijo Sarmiento.
Mientras tanto, para la lideresa ambiental Claudia Patricia Ortiz Gerena, integrante de la coordinación Nacional del Movimiento Ríos Vivos destaca la importancia de priorizar la protección ambiental de los territorios por encima de los beneficios económicos que pueda traer la actividad extractivista. “Vamos a tener un colapso generalizado en el planeta, esto nos está generando un desequilibrio total, la naturaleza es vista como un botín, una mercancía. ¿Qué le ha dejado la industria petrolera a la zona del Magdalena Medio? Las comunidades quedan con pasivos ambientales, con territorios impactados negativamente por la explotación, creo que es un llamado a tomar conciencia de la real situación que atravesamos” dijo la líder ambiental.
Entre los contradictores del Acuerdo de Escazú, se encuentra el Consejo Gremial Nacional, que hace serios cuestionamientos para el futuro económico del país.
El @ConsejoGremial solicita respetuosamente al Honorable Congreso de la República y al Gobierno nacional, la no ratificación del Acuerdo de Escazú. A continuación expone sus argumentos: pic.twitter.com/tZQ4kMcHzL
— Consejo Gremial (@ConsejoGremial) April 28, 2022
Lo cierto es que lo más probable es que la ratificación de Escazú dependa del próximo Congreso que tiene un gran número de progresistas que ven con buenos ojos la protección de territorios. También dependerá del próximo presidente que tomará posesión el 7 de agosto de este año.
