Con el concierto de la Filarmónica de Música Colombiana finalizó la trigésima edición del Festival Luis A. Calvo de Música Andina Colombiana, evento que contó con una programación académica y artística para mantener vivo el legado del compositor santandereano.
Como ha sido una constante desde 2020 y ante la imposibilidad de recibir público en el recinto, el escenario del auditorio se ha traslado a los medios digitales y una vez más los espectadores disfrutaron de conciertos virtuales que acercan a la comunidad con la oferta cultural que brinda la Universidad Industrial de Santander (UIS).
Es por esto que durante tres jueves consecutivos se contó con un concierto. En el primero de ellos se hizo un recorrido por seis de las siete provincias santandereanas gracias a la presentación de grupos y solistas provenientes de dichos territorios.
Juan Ibarra y Los Chucureños (Yariguíes), Eliana Carolina Vásquez Torres (Comunera), Macaregua Trío (Metropolitana), Trío Álvaro Quiroga (Vélez), Los compadres de Pichincha (García Rovira) y Jonathan Reyes Rodríguez (Guanentá) fueron los protagonistas de esa gala.
“Es nuestra primera presentación en el Luis A, Calvo y es una gran felicidad porque es un gran escenario. Para músicos como nosotros del sur de Santander es un gran orgullo haber participado de este Festival”, aseguró Álvaro Quiroga, representante de la Provincia de Vélez.
Una semana más tarde se vivió una fusión entre la música andina con el folclor llanero. Para tal fin se contó con el talento del grupo Chimó Psicodélico.
“Lo importante es hacer un reconocimiento de la identidad en cuanto a la composición para que la gente entienda como escribe un llanero. La banda hace fusión, pero siempre va a sobresalir la música llanera”, manifestó Daniel Gutiérrez, vocalista de Chimó Psicodélico
El broche de oro estuvo a cargo de la Filarmónica de Música Colombiana. Dicha agrupación está conformada por quince jóvenes entre 18 y 26 años, estudiantes o profesionales de bandola, guitarra, tiple y contrabajo, por lo que constituye un espacio de aprendizaje y primera práctica profesional para sus miembros.
“Tenemos un grupo de jóvenes músicos entregados, convencidos y con profundo compromiso por esta música. El maestro Luis A. Calvo nos dejó una escuela nacionalista y un lenguaje inspirado y de alta calidad melódica. Él es el alma central de la música andina colombiana y ese ha sido uno de sus legados”, afirmó Jorge Andrés Arbeláez Rendón, director de la Filarmónica de Música Colombiana.
Durante el Festival también se tuvo tres conversatorios que estuvieron moderados por el maestro Hernando José Cobo Plata y en los que participaron diferentes invitados que enriquecieron la parte académica del evento cultural.