A través de un comunicado la Cámara de Comercio de Bucaramanga expresó su inconformidad por la modificación efectuada a la fecha de inicio de suspensión de la medida de Pico y Placa durante la temporada decembrina, que comenzaba el 16 de diciembre y que se aplazó para el próximo 21 de diciembre debido a las amenazas de un paro por parte del gremio de taxistas.
Según la organización, en las últimas semanas y ante las constantes protestas generadas en el paro nacional, las pérdidas para los empresarios en la capital santandereana han sido cuantiosas y en algunos casos han llegado hasta un 70 por ciento. Por eso, advirtió que todos los actores deben ser consecuentes con la realidad actual que enfrenta el país.
La Cámara de Comercio, que pretendía el levantamiento del Pico y Placa el 16 de diciembre como se anunció inicialmente, para incentivar la movilización de las familias en sus vehículos a locales comerciales, señala en el comunicado que entiende la situación generada en el gremio de taxistas por el fenómeno de informalidad y el auge de las plataformas.
Sin embargo, sostiene que en muchos casos las plataformas y la informalidad son una respuesta al desempleo creciente que se ha venido presentando en Bucaramanga.
Con relación a la última modificación realizada frente a la suspensión del Pico y Placa en diciembre la Cámara de Comercio de Bucaramanga manifiesta que: pic.twitter.com/iMpztMgNGs
— Cámara de Comercio de Bucaramanga (@CCBucaramanga) December 10, 2019
Frente al tema, la organización dice que se requiere un respaldo amplio a los sectores empresariales durante la temporada decembrina con el fin de no tener más personas el próximo año en las calles realizando labores informales.
Recordó la Cámara que al sector lo han afectado este año el Pico y Placa que se ha extendido hasta los sábados y el Día sin carro que, según el gremio, dejaron consecuencias negativas en las ventas comerciales de la ciudad.
Finalmente, en la carta se hace un llamado a las autoridades para que se analicen las causas de la congestión vehicular que afectan hoy en día la movilidad de la ciudad. Se advierte que mientras un vehículo particular circula en promedio entre 45 minutos a una hora al día, uno de servicio público lo hace en un promedio de 18 horas, y además se ubican en puntos neurálgicos como centros comerciales, supermercados, clínicas, entre otros, impidiendo el normal flujo vehicular en dichos sectores.